Como hemos publicado años atrás, sabíamos de la existencia de numerosas urbanizaciones como la nuestra, pero en reciente noticia de presa, hemos descubierto que existe en la provincia de Guadalajara una urbanización, también de los años 70, la más grande de Europa, en la que los vecinos relatan los mismos problemas que padecemos en la nuestra, igual de denigrante y sangrante.
https://www.eldiario.es/castilla-la-mancha/provincias/guadalajara/lucha-comunidad-propietarios-termine-urbanizacion-anos-70-siglo-xx_1_9745139.html
La diferencia con nuestro caso es que ellos cuentan con una Entidad Urbanística de Conservación (E.U.C), una entidad pública en la que participa el ayuntamiento, aún incomprensible que exista por no estar terminada la urbanización y, también por ello, no creo que esté recepcionada por el ayuntamiento.
Una entidad en la que la promotora, al ser el mayor propietario (votos), es siempre la voz cantante.
Los propietarios de parcelas independientes hartos de esta situación interminable en el tiempo, como la nuestra, también tienen una Asociación de Propietarios, que no una comunidad.
En la página de la Asociación, para defender sus derechos, relatan los mismos problemas y situaciones que en nuestra urbanización, y hasta en la foto de cabecera nos parecemos.
https://recuperemoslanuevasierra.wordpress.com/noticias-2/
Las semejanzas con nosotros son :
-Un promotor que quiebra y que vende a otro.
-Un "nuevo" promotor que se desentiende de pagar la urbanización y pretende que lo paguen los vecinos, por tanto una urbanización sin terminar.
-Una entidad de conservación (E.U.C) que parece destinar el dinero de las cuotas de conservación a ejecutar obra nueva, o en propiedades del promotor. En nuestro caso fue la supuesta comunidad.
-Un ayuntamiento que desconoce lo fundamental, y mira para otro lado en beneficio del responsable de urbanizar.
-Un supuesto negocio con el agua.
-Un intento ficticio de entregar las calles a los propietarios.
-Se conceden licencias para edificar casas sin tener las infraestructuras.
Desconocemos las leyes urbanísticas de la comunidad de Castilla La Mancha, pero si la urbanización se aprobó, como la nuestra, bajo la ley de suelo de 1956, se debió constituir una garantía ante la administración competente para la efectiva construcción de la urbanización. Así mismo, también se debió estipular la cesión al ayuntamiento de todos los servicios, viales y zonas libres públicas, salvo que los propietarios compraran conjuntamente con su parcela un porcentaje de copropiedad de estos servicios, viales y espacios libres, pero entonces estaríamos hablando de una comunidad de propietarios bajo la L.P.H, y sería una urbanización privada.
Pero parece que, como en nuestro caso, los propietarios de parcelas individuales no son propietarios de las calles ni de los servicios existentes en la urbanización, siendo todos estos suelos e instalaciones del promotor, ni tampoco los propietarios de parcelas independientes asumieron nunca el deber de urbanizar, y me temo que tampoco el deber de conservar, desconozco como han aprobado una E.U.C, cosa que en nuestro caso ni existe.
Lo que si está claro es que la urbanización está regida por la E.U.C, y esta a su vez está regida por el promotor o propietario mayoritario, o mayor poder de voto, y con los mayores intereses en la urbanización, por que entiendo que al no estar recepcionado por el ayuntamiento, sigue siendo dueño de las calles y servicios.
También parece que, al igual que en nuestro caso, el ayuntamiento de Albalate de Zorita no tiene claro quien tiene el deber de urbanizar, ni reclama a nadie que lo haga, y deja todo en manos de la EUC (promotor-mayoritario- y poder de decisión) y de los propietarios, que ellos se peleen, como en nuestro caso, y en aguas revueltas, ganancia de pescadores.
La única solución para los pobres propietarios es estar unidos (votos), y eso es muy difícil, como en nuestro caso, cada uno es de un padre y una madre, con sus propios intereses, o no los tiene, o bien recurrir a la justicia y gastar ingentes cantidades de dinero en abogados, que también pueden tener sus propios intereses, y todo se eterniza a favor del pescador.
En tanto que su alcalde consigue una concesión de un gran negocio hostelero, sito en la urbanización, a precio irrisorio.